¿QUÉ SON LOS CASTILLOS ? ¿CUÁLES SON LAS PARTES DE LOS CASTILLOS?
Durante la edad media se construyeron numerosos castillos. Los castillos servían como vivienda de los señores feudales y refugio militar. En caso de guerra, la población se podía refugiar entre sus muros y resistir durante meses al enemigo. Los castillos musulmanes, llamados alcazabas, eran fortalezas donde podían vivir las tropas asediadas. Para defenderse mejor y controlar los alrededores, los castillos se construían sobre colinas. Si estaban en un terreno llano, la solución era rodearse de un foso inundado, es decir, de un hueco profundo escavado alrededor de la fortaleza y lleno de agua. Siempre son edificios peculiares, altos y robustos, porque su principal función era rechazar cualquier ataque. Los primeros castillos eran una simple torre construida en lo alto de un montículo llamado mota, rodeado por una empalizada. A medida que progresaron las técnicas militares, la empalizada se convirtió en una gruesa muralla de piedra. En lo alto de la muralla se situaba el adarve, un pasillo elevado protegido de los atacantes. Para poder disparar flechas o arrojar proyectiles desde el adarve estaban las almenas, una sucesión de aberturas que dibujan la típica silueta de las murallas medievales. En las esquinas de las murallas se levantaban torres de flanqueo cilíndricas, para resistir mejor los proyectiles enemigos (las catapultas disparaban grandes piedras que podían destruir una esquina recta). En la entrada al castillo se iban sucediendo las defensas: puente levadizo, rastrillo y puerta. El puente levadizo servía para atravesar el foso, pero se podía levantar en caso de ataque. El rastrillo era una gran reja de hierro que se podía bajar para cerrar la entrada. La puerta de madera maciza, además, estaba construida entre dos torres o cualquier otra fortificación para hostigar a los invasores. Después de las murallas se abría el patio de armas, donde se desempeñaban las labores diarias del castillo. Allí estaban las cocinas, los establos, las armerías y el pozo, fundamental para tener siempre agua potable. En caso de no tener pozo, se construía un aljibe o depósito de agua subterráneo, capaz de acumular agua suficiente para resistir un largo asedio. El núcleo del castillo era la torre del homenaje, residencia de los nobles y último refugio en caso de ataque. Sus pequeñas ventanas, llamadas saeteras porque servían para lanzar flechas o saetas, eran anchas al interior (para tener vistas más amplias) y estrechas al exterior (para impedir un blanco fácil). La torre del homenaje era una construcción elevada, compuesta por pisos sucesivos conectados por escaleras de caracol, en espiral, para dificultar la subida de los atacantes. En su interior se disponían las habitaciones, como la sala capitular, donde se celebraban las reuniones importantes, la capilla y los dormitorios de los señores del castillo.
Miguel V.
5 comentarios
laura garrido -
alguien -
Irene -
¿de donde sacaste la informacion? :P
Un saludo;)
lidia -
Jose Mª -